Toda una historia surrealista montada únicamente para llenar nuetros momentos ociosos de un sábado por la noche. Se nos ocurrió así que Marta, de las pocas de nosotras que tiene novio estable, nos ofreciera una versión de la que sería su futura boda… Pero el novio dijo que no. Que no se casaba, que le daba vergüenza. «Ah, que no? Vale, pues me caso con Damián» (un amigo). Y Damián se ofreció. Pero lo que no dijo es que se haría pasar por el novio de Marta hasta el mismo instante en que llegó el verdadero novio para interrumpir la boda para sorpresa de ella, y de todos nosotros. Una ceremonia llena de imprevistos y 100% cómica. Lo que no se nos ocurra a nosotros…